lunes, 21 de noviembre de 2011

Los milagros de la ley electoral


De nuevo hoy tenemos ocasión de maravillarnos con los prodigios de la Ley Electoral. Hace tres años y medio mostraba mi asombro porque determinados partidos consiguieran más escaños que otros que habían tenido más votos (en realidad muchos más votos). Ahora se repite la historia. Veamos si no estos datos:

IU: 1680810 votos: 11 escaños.
CiU: 1014263 votos: 16 escaños.
UPyD: 1140242 votos: 5 escaños.
AMAIUR: 333628 votos: 7 escaños.
PNV: 323517 votos: 5 escaños.

Vemos como IU, que tiene 600.000 votos más que CiU tiene 5 escaños menos; CiU, que tiene 100.000 votos menos que UPyD recoge ¡3 veces los escaños de UPyD! (16 para CiU, 5 para UPyD); y AMAIUR, con cinco veces menos votos que IU y 3 veces menos votos que UPyD reúne 7 diputados, más de la mitad de los que tiene IU y 2 más que los de UPyD.
Si esto no es un cachondeo se parece mucho.
Y la culpa no la tiene la Ley d'Hondt, sino la provincia como circunscripción electoral. Me he entretenido en ver cuál sería la composición del Parlamento con una Ley Electoral racional, es decir, una en la que hubiera una circunscripción única aplicándose en dicha circunscripción la Ley d'Hondt para la atribución de escaños y estableciendo un límite mínimo de un 2% de los votos (solamente los partidos que llegan al 2% de los votos participan en el reparto de escaños, en el caso de las últimas elecciones los partidos que hayan alcanzado al menos 491.811 votos). El resultado sería el siguiente:

PP: 176 escaños (61.538 votos por escaño).
PSOE: 113 escaños (61,715 votos por escaño).
IU: 27 escaños (62.252 votos por escaño).
UPyD: 18 escaños (63.346 votos por escaño).
CiU: 16 escaños (63.391 votos por escaño).

Y si no se estableciese un límite de votos para el reparto de escaños el resultado sería el siguiente:

PP: 164 escaños (66.0400 votos por escaño).
PSOE: 105 escaños (66.417 votos por escaño).
IU: 25 escaños (67.232 votos por escaño).
UPyD: 17 escaños (67.073 votos por escaño).
CiU: 15 escaños (67617 votos por escaño).
AMAIUR: 5 escaños (66.725 votos por escaño).
PNV: 4 escaños (80.879 votos por escaño).
ERC: 3 escaños (85.464 votos por escaño).
EQUO: 3 escaños (71.925 votos por escaño).
BNG: 2 escaños (91.639 votos por escaño).
CC-NC-PNC: 2 escaños (71.775 votos por escaño).
COMPROMIS-Q: 1 escaño (121050 votos).
PACMA: 1 escaño (101.557 votos).
FAC: 1 escaño (99173 votos).
Eb: 1 escaño (97.706 votos).
PA: 1 escaño (76852 votos).

Desde luego bastante distinto de lo que tenemos, al menos para los partidos que se presentan en todo el Estado (PP, PSOE, IU y UPyD), resultando escandaloso el perjuicio que sufren IU y UPyD:

PP: 186 escaños (58.229 votos por escaño).
PSOE: 110 escaños (63.398 votos por escaño).
CiU: 16 escaños (63.391 votos por escaño).
IU: 11 escaños (152.800 votos por escaño).
AMAIUR: 7 escaños (47.661 votos por escaño).
UPyD: 5 escaños (228.048 votos por escaño).
PNV: 5 escaños (64.703 votos por escaño).
ERC: 3 escaños (85.464 votos por escaño).
BNG: 2 escaños (91.639 votos por escaño).
CC-NC-PNC: 2 escaños (71.775 votos por escaño).
COMPROMÍS -Q: 1 escaño (125.150 votos por escaño).
FAC: 1 escaño (99.173 votos por escaño).
GBAI: 1 escaño (42.411 otros por escaño).

Obsérvese que mientras a AMAIUR cada uno de sus siete diputados le ha "costado" 47.661 votos, cada diputado de IU tiene detrás 152.800 votos y cada uno de los de UPyD, ¡228.048 votos! Me parece intolerable. Fijémonos también en que EQUO (sin representación parlamentaria) ha obtenido más votos que cinco formaciones que sí tienen representación. Creo que es hora de hacérnoslo mirar y reformar de una vez una Ley Electoral que más parece una tomadura de pelo que un instrumento serio destinado a conseguir que el Parlamento sea fiel reflejo de la voluntad popular.

2 comentarios:

Carlos Gil Fernández dijo...

La reforma de esta ley electoral es urgente para la salud de nuestra democracia. Cualquier demora u obstáculo refuerza la falta de credibilidad de la representatividad parlamentaria y califica perfectamente a los interesados en el mantenimiento del actual sistema: los dos grandes partidos del tibio y proteico centro y los cortesanos partidos nacionalistas.

Rafael Arenas García dijo...

A mi me indigna la facilidad con la que reforman la Constitución para establecer el techo de gasto y lo que les cuesta cambiar algo que es evidente que resulta de todo punto injusto. En las últimas elecciones tardé en decidir a quién daba mi voto, pero no me llevó ni un minuto saber a quién no votaría: precisamente a esos partidos centrales que utilizan el sistema únicamente en provecho propio.