lunes, 26 de diciembre de 2011

Las ideas... esas cosas del pasado

En ocasiones ya te pones de mala uva nada más abrir el periódico. Esta mañana lo primero que me salta a los ojos al entrar en El País son una declaraciones del alcalde de Toledo (PSOE) en las que manifiesta que "El líder primero, y luego las ideas". Sorprende ¿no? Uno tiene el ingenuo planteamiento de que en política se está para llevar determinadas ideas a la práctica con el objetivo último de mejorar la sociedad; en ese sentido las ideas han de ser siempre lo primero. Cuando los ciudadanos elegimos a nuestros representantes sería deseable que lo hiciéramos teniendo en cuenta qué planteamientos hacen acerca de los problemas que afectan a la sociedad y cómo piensan abordarlos; de qué manera pretenden mejorar nuestra calidad de vida, cómo piensan facilitar que las personas consigan sus objetivos individuales y colectivos... en definitiva, se suponía que la política era, ante todo, una batalla de ideas guiada por criterios racionales.
No soy tan ingenuo como para no haberme dado cuenta de que esto que digo es ahora más un paradigma ideal que descripción real de la política; no se me oculta que entre ideología y gestión la gestión (mala gestión con frecuencia) le gana la partida a la ideología; y no creo que eso sea una buena noticia.
Ahora bien, hasta ahora no creo que ningún líder político relevante haya dado el paso de convertir la práctica en paradigma, de hacer pasar por bueno lo que es una perversión del sistema, de reconocer expresa y públicamente que lo de las ideas no tiene tanta importancia, que son más importantes las personas. Ahora el alcalde de Toledo ya lo ha hecho, y además de una manera fundamentada, porque en la entrevista añade que "no se le puede decir a gente muy preparada políticamente, como son casi todos nuestros militantes, que lo importante son las ideas y lo de menos los líderes". ¡Claro, hombre! Es evidente que todas esas personas "muy preparadas políticamente" ya están en el secreto, saben de sobra que las ideas no importan, que lo que cuentan son las personas que se pongan en un cartel electoral, que engatusen a los votantes con su simpatía, su carisma o lo que sea y acaben consiguiendo que los votos fluyan hacia las urnas. Una vez que se consigue el poder esas personas "muy preparadas políticamente" saben que cargos y prebendas vendrán de aquí y de allá y que no es hasta ese momento en el que hay que ponerse a pensar en qué se hará con el poder que se ha conseguido. Ese será el momento de las ideas, de las ideas orientadas a conseguir que el poder no desgaste, a explicar que todo lo bueno que pase (hasta que el tiempo mejore) es cosa suya y todo lo malo es culpa de otros; ideas dirigidas a conseguir que en la siguiente elección los votos vuelvan a fluir, lo único que importa. ¡Qué suerte sería que se pudiera tener el poder (las prebendas) sin gobernar! Eso sería la cuadratura del círculo de estos políticos actuales "tan preparados", tan preparados para ganar elecciones y tan poco preparados para gobernar; pero es que, claro, para gobernar (bien) se precisan ideas y eso, por lo que se ve, es lo que menos importa.
Y todavía se preguntarán las razones de la desafección de la ciudadanía.

SORPRESA: Esta tarde vuelvo a entrar en la noticia a la que hago referencia en esta entrada y veo con estupor que se ha modificado sin que alcance a ver indicación, advertencia o explicación de la mutación. El titular ya ha cambiado (ahora es "Es líder quien vence con sus ideas y propuestas") y se ha alterado el texto del artículo. Pues será que alguien se ha dado cuenta de que se les había ido la mano. Intentaré recuperar de alguna forma el artículo original. A ver si hay suerte...

PUES SÍ QUE HA HABIDO SUERTE. Aquí están, un poco borrosos, pero están, los pantallazos de la versión original de la entrevista que publicaba esta mañana El País:



2 comentarios:

Joan Calsapeu dijo...

Doncs mira, trobo que això és significatiu. Si en menys de vint-i-quatre hores ja han canviat la història... ara pensa què no han fet al llarg de cinc-cents anys!

Bones festes i Bon Any!

Rafael Arenas García dijo...

Això és el que em fa més por. Ja no n'hi ha cap pudor en declarar que les idees no són importants; i no n'hi ha cap pudor en canviar una notícia del matí a la tarda. Aquesta manca de pudor és tambè significativa. Sempre s'ha manipulat; tenim aquesta intuïció i, a vegades, fins i tot la constatació; però em preocupa que ja es faci sense cap escrúpol, sense intentar amagar-ho.
Bones festes i bon any. Salutacions