domingo, 14 de marzo de 2010

¡Qué pena lo del tubo de escape!

Han vuelto Ferrari y Fernando Alonso. Doblete de Ferrari en la primera victoria de Alonso desde hacía más de un año. El equipo rojo vuelve por donde solía y parece que tendremos un campeonato en el que los grandes serán Ferrari, McLaren y Red Bull, con, quizás, la posibilidad de que Mercedes se una a la fiesta. Se trata de solamente una carrera, es cierto; pero ya existen algunos datos que pueden marcar tendencia.
Lo primero es que el mejor coche en conjunto es el Ferrari. Han dominado al resto de rivales con superioridad aplastante, ni los McLaren ni los Mercedes han podido estar a la altura del equipo de Maranello; y tampoco los Red Bull. A mi me parece que, pese a que la pole fue para Vettel y la victoria es probable que hubiera sido también para él de no tener el problema del tubo de escape, Red Bull están un paso por detrás de Ferrari. ¿En qué me baso? Se ha dicho más de una vez que el valor de un coche lo da su segundo piloto, y, por tanto, el valor del Red Bull nos lo ha de dar el resultado de Webber; y Webber tan sólo pudo ser sexto en la calificación ¡a más de un segundo de Massa! En carrera fue octavo, con la tercera vuelta rápida; aunque también a más de un segundo (1,2 en concreto) de la vuelta rápida de Fernando Alonso.
En definitiva, que Ferrari comienza con ventaja y, sin embargo, Vettel estuvo a punto de ganar la partida ¿cómo puede ser eso? pues porque Vettel es un absoluto fuera de serie (y esta es la segunda constatación relevante); el piloto más rápido ahora mismo (y soy alonsista, que conste). El sábado su vuelta de calificación en la Q3 fue para verla. En televisión la dieron en cámara subjetiva y Marc Gené, que la comentaba para televisión confirmaba que estábamos ante algo extraordinario: una vuelta al límite sin cometer ningún error; un piloto lanzado como un vendaval y tan preciso como un robot quirúrgico; un piloto que con un coche inferior es capaz de mantener a raya a los dos Ferrari; en definitiva, una estrella, tal como se sabía desde, al menos, su victoria en Monza. En algunas ocasiones le han denominado el nuevo Schumacher, por aquello de que también es alemán; pero a mi me recuerda mucho más a Ayrton Senna, un piloto rápido, muy rápido, brillante, que destellaba con una sonrisa de niño malo y bueno a la vez que vuelvo a ver en el perenne buen humor de Sebastian Vettel.
El mundial, por tanto, promete. Vettel enfrentándose a los Ferrari y, quizás, derrotándolos. Si McLaren y Mercedes aprietan y se acercan a los de Maranello podremos tener un campeonato muy divertido. Además las nuevas reglas, con la prohibición del repostaje, favorecerán el espectáculo. La calificación se hace con todos en igualdad de condiciones y la degradación de los neumáticos permitirá, quizás, más adelantamientos que en temporadas anteriores.

1 comentario:

emilio dijo...

Hola Rafa: Ya echaba de menos tus crónicas sobre F1. Ya sabes que no lo sigo mucho, pero el otro día, al comprar elpais, la foto de primera página era un ferrari y me acordé de tus comentarios .
Es cierto que la temporada es larga y esto no ha hecho más que empezar, pero promete ponerse interesante. Aunque si te digo la verdad "los gitanos no quieren a sus hijos con buenos principios..."
¿Se entiende?